Discurso de Tito López, presidente de Conindustria Evento Perspectivas Conindustria 2026

 

Discurso de Tito López, presidente de Conindustria Evento Perspectivas Conindustria 2026 Muy buenas tardes. Saludo a los representantes de las cámaras regionales y sectoriales, a las autoridades presentes, al cuerpo diplomático, a la Junta Directiva de Conindustria, a los medios de comunicación, y a cada uno de los empresarios, trabajadores y ciudadanos que hoy nos acompañan. Este encuentro no es solo un acto gremial. Es un espacio donde se cruzan transversalmente las esperanzas de quienes producen, de quienes trabajan, de quienes consumen, y de quienes sueñan con un país distinto. Hoy no vengo solo a hablar de cifras. Vengo a hablar de gente. Porque la industria venezolana no es una estadística. Es un rostro. Es familia. Es patria. Nuestro propósito en Perspectivas Conindustria 2026 es claro: presentar las variables que condicionan la manufactura nacional, exponer las políticas públicas que proponemos y ofrecer acciones concretas para que las proyecciones se conviertan en realidades palpables. Variables macroeconómicas: la realidad que enfrentamos Según las proyecciones más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela podría cerrar en 2025 con una inflación en torno al 550% y un crecimiento del PIB de apenas 0.5%. Además de un déficit fiscal persistente. Otros organismos como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) prevén un crecimiento del PIB, para este año 2025, del 5,8%, y la Comisión para América Latina y el Caribe, CEPAL, proyecta una tasa del 6,0% de crecimiento económico para Venezuela. De cara a 2026, las proyecciones son muy contradictorias por parte de los entes internacionales. Por un lado, el FMI proyecta una caída del 3,0%, mientras que la CEPAL considera que Venezuela crecerá 3,0%. Durante el año 2025, el Banco Central de Venezuela, a través de notas de prensa, ha dado a conocer el desempeño de la actividad económica, donde se resalta el crecimiento del PIB en un 8,2%, en el período enero-septiembre, impulsado por la actividad petrolera con 15,5%, y en menor medida la actividad No Petrolera en 5.3%. Es importante reseñar que estas notas de prensa no contienen toda la información para hacer un análisis pormenorizado de las distintas actividades económicas con los niveles del PIB. Nosotros contamos con el Sistema de Información Estadística de Conindustria, SIEC, que nos permite conocer con detalle, cómo marcha la industria manufacturera privada, además de sus ramas de actividad económica. A la fecha, contamos con información hasta el segundo trimestre de este año. Aprovecho para informarles que el próximo 18 de noviembre estaremos dando a conocer los resultados del tercer trimestre. El SIEC nos indica que hemos crecido hasta el primer semestre en 3,3%, crecimiento que ha sido impulsado por las industrias farmacéutica, alimentos, productos no metálicos, autopartes y otras industrias, ya que el resto de actividades económicas manufactureras presentan contracciones, unas leves, otras más significativas. La Encuesta de Coyuntura Industrial que cada trimestre aplica Conindustria a una muestra representativa del universo de empresas afiliadas a nuestros 42 gremios en todo el país, nos señala que los grandes problemas que aquejan a los industriales se focalizan en: 1) Elevada presión tributaria 2) Brecha Cambiaria 3) Falta de divisas 4) Falta de financiamiento 5) Inestable entorno macroeconómico 6) Baja demanda por parte de los consumidores Para la manufactura nacional, estas cifras se traducen en:  Altos costos de reposición que limitan la inversión.  Pérdida de competitividad frente a importaciones o la entrada irregular de productos  Dificultad de acceso a financiamiento en condiciones razonables. Es decir: Aun cuando hay luz… persisten algunos nubarrones. El desafío no es crecer un trimestre: Es sostener el crecimiento con estabilidad, productividad y confianza. Y esa confianza —sabemos todos— se construye. Con reglas claras, con seguridad jurídica, con incentivos correctos y con una permanente interrelación entre Estado y sector privado. Detrás de los números hay realidades humanas: fábricas que trabajan a media capacidad, trabajadores que ven cómo su salario se diluye, familias que luchan por llenar la nevera. Y sin embargo, seguimos de pie. El esfuerzo empresarial no puede seguir dependiendo del heroísmo. Debe apoyarse en políticas públicas consistentes que permitan invertir, planificar y competir. En Conindustria hemos insistido en algo muy sencillo: El exceso de trámites no puede ser un impuesto invisible. Cada formulario innecesario, cada sello, cada permiso que tarda meses… Es una oportunidad que se pierde. Es un empleo que no se crea. Por eso impulsamos —junto a las autoridades del ministerio de Comercio Nacional— mesas de trabajo para digitalizar y simplificar trámites. Porque mientras simplificamos, también debemos combatir la informalidad y el contrabando, que destruyen el empleo formal y castigan al que cumple la ley. En el Congreso de 2024 presentamos las propuestas de políticas públicas que hoy sigue siendo LA RUTA de la manufactura nacional. Permítanme recordarlas y explicar su vigencia: Plan de estabilización macroeconómica: La coordinación efectiva entre las políticas fiscal, monetaria y cambiaria, es la base para alcanzar la estabilidad del tipo de cambio y, con ella, la contención sostenida de los precios. Este esfuerzo conjunto permitirá proteger el poder adquisitivo de los consumidores, especialmente de los más vulnerables, y al mismo tiempo, impulsar el consumo interno, motor indispensable para dinamizar la producción nacional. Con un entorno estable, el país podrá generar nuevas riquezas y recuperar el terreno perdido durante los años de contracción económica. Superar la inflación no solo es posible, sino necesario, para abrir paso a un crecimiento inclusivo y sostenible que beneficie a todos los actores de la economía. También, parte de un entorno estable también permitirá contar con apalancamiento financiero, bancario o no bancario, para el desarrollo. Reforma de la Ley Orgánica del Trabajo (LOTTT): urge un marco laboral moderno, que proteja al trabajador y que a la vez incentive la formalidad y la productividad. Estímulos fiscales a la producción: reducir cargas impositivas a quienes producen en el país es apostar por empleo y bienestar. En Venezuela, las empresas cargan alrededor de un 52% de sus utilidades en impuestos, muy por encima del promedio mundial. Esta presión limita la inversión y el empleo formal. Conindustria propone un pacto fiscal “ganar-ganar”: 1. Deducción del ISLR de todos los tributos y contribuciones pagadas, sin excepción (IGTF, IGP, Deporte, Locti), para evitar pagar impuesto sobre impuestos. 2. Deducción del porcentaje de retención del IVA de 75% a 50%. 3. Ampliación del plazo de declaración del IVA, de quincenal a mensual. 4. Disposición de un sistema tributario único que reconozca los créditos fiscales de retenciones de IVA no compensados. 5. Incremento de la base de ingresos brutos anuales para calificar a los sujetos pasivos especiales, estableciendo como base mínima 1 millón de veces el tipo de cambio de la moneda de mayor valor anual de ingresos brutos. 6. Reactivación del Consejo de Armonización Tributaria (Ley de Armonización Tributaria). No pedimos concesiones, pedimos estímulos que impulsen producción y la formalidad. Porque cuando la industria respira, el país entero respira con ella. Políticas de sustitución competitiva de importaciones: Impulsar lo hecho en Venezuela es clave para ofrecer a los consumidores productos de calidad, accesibles y con identidad nacional. Al fortalecer nuestra producción interna, no solo respondemos a las necesidades del mercado local, sino que también consolidamos la capacidad de nuestras empresas para competir en igualdad de condiciones con el resto del mundo. Este camino abre oportunidades para diversificar la economía, generar empleo y construir una base productiva sólida que respalde el crecimiento sostenido del país. En este contexto, continuar la lucha contra el comercio ilícito dentro del cual se encuentra el contrabando. La competencia desleal destruye empresas formales y priva al Estado de ingresos legítimos. Impulso a la ciencia, tecnología, innovación y educación: la industria 4.0 es una necesidad para integrarnos a cadenas globales de valor. En este camino hacia una Venezuela industrial más competitiva, la labor de FUNDEI – Fundación Educación e Innovación Industria de Conindustria – resulta esencial. Su compromiso con la incorporación a las empresas de los jóvenes que están en su último año de carrera o recién graduados, ha permitido que la educación se conecte directamente con las necesidades productivas del país. El aporte de Fundei, donde la innovación no se queda en el aula, se traduce en capacidades reales para nuestras empresas, en soluciones que fortalecen la productividad y la transformación tecnológica. Hoy, más que nunca, reconocemos que sin educación pertinente y sin innovación aplicada, no hay industria posible. Fundei es una opción de futuro. Asimismo, hemos propuesto al despacho de Ciencia y Tecnología una demanda estratégica que Conindustria ha planteado en las mesas técnicas, junto al Ministerio de Comercio Nacional, sus servicios autónomos y otros organismos especializados. La necesidad impostergable de incorporación de los laboratorios públicos y privados al sistema venezolano de la calidad, para que la evaluación de los productos hechos en Venezuela se haga dentro del país. Atender este requerimiento permitirá reducir costos, acortar tiempos y fortalecer la confianza en nuestra capacidad productiva. Con voluntad y cooperación institucional, esta medida se convierte en un paso decisivo para impulsar la innovación y abrir nuevas oportunidades de competitividad internacional. Promoción de la economía circular y la sostenibilidad: el futuro ¿será verde o no será? Amigos, si algo hemos aprendido en estos años es que la competitividad no se mide solo en costos o en productividad. Hoy, la competitividad también se mide en sostenibilidad. Por eso, desde Conindustria hemos impulsado con fuerza el proyecto de economía circular, de la mano de la Unión Europea, dentro del marco del proyecto AL-INVEST Verde, especialmente dirigido a nuestras Mipymes. Este programa no es un simple acompañamiento: es una transformación cultural y productiva que busca que cada empresa venezolana pueda producir más, con menos impacto ambiental, y con mayor eficiencia en el uso de recursos. El Sello Coninverde es la materialización de ese esfuerzo. No es un diploma para colgar en la pared, es un compromiso vivo con la innovación, la eficiencia energética, el reciclaje y la reducción de desechos. Hoy, unas 160 empresas ya han iniciado este camino, capacitándose, adaptando sus procesos y demostrando que la sostenibilidad no es un lujo, sino una necesidad. Coninverde es, en definitiva, una marca país industrial. Una señal de que los empresarios venezolanos no solo resisten, sino que se reinventan y se alinean con las tendencias mundiales. Avances en materia de Comercio Exterior: Conindustria mantiene una relación de acercamiento estratégico y colaborativo con el Ministerio de Comercio Exterior, que reconoce explícitamente a nuestra Confederación como socio consultivo esencial en las negociaciones internacionales. Es por ello, que el acuerdo entre las partes versa por institucionalizar las mesas de trabajo conjuntas, a los fines de consolidar las propuestas presentadas. La relación ha pasado de un acercamiento exploratorio a un esquema de cogestión estratégica. Conindustria es reconocida como un interlocutor necesario en la definición de la política comercial internacional. El siguiente paso clave es operativizar los compromisos: entrega de insumos técnicos, tales como listas de códigos y mapa de obstáculos, lo que marcará el salto de la fase de compromisos políticos a la de implementación práctica. Asimismo, se han reconocido las propuestas de Conindustria con relación a los siguientes temas: ● Trato Especial y Diferenciado para Venezuela en negociaciones internacionales. ● Inclusión de la devolución del IVA a exportadores como parte de la agenda estratégica. Entre los temas estratégicos en discusión se encuentra: ● Revisión del AAP 28 con Colombia y del AAP 69 con Brasil. ● Posicionamiento frente a China con énfasis en asimetrías productivas. ● Reconocimiento de la importancia de equilibrar preferencias arancelarias: con énfasis en los productos terminados nacionales e insumos y bienes de capital para cadenas de valor. Aprovecho esta oportunidad para hablar del Mapa de Comercio Exterior, Ventrade Map. Y ustedes se preguntarán: ¿qué es eso? ¿cómo me beneficia? Pues les comento que es una herramienta estratégica creada por Conindustria con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, para acompañar a nuestras empresas en la exportación. Permite a todos los interesados, conocer orígenes, destinos, balanzas comerciales, aranceles, datos macroeconómicos y de población, y las oportunidades reales de mercado de más de 195 países. Hoy debemos darle impulso definitivo. Ampliarla en términos de acuerdos y reglamentos, promoverla, y hacer que cada uno, ya sea MiPyme, empresario, emprendedor venezolano o ciudadano común, use la información que necesita para posicionar sus productos en el mundo, es tarea que nos hemos planteado para 2026. Porque exportar no debe ser un sueño: debe ser una ruta posible. En palabras sencillas: Ventrade Map es y será la brújula de los industriales venezolanos en el comercio exterior. Para finalizar, la industria no es un concepto abstracto. La industria es el panadero que necesita acceder a una industria que le garantice harina de calidad, es la costurera que quiere conseguir la tela y vender su ropa sin ser desplazada por importaciones ilegales, es el trabajador que merece ser bien remunerado, es el ama de casa que quiere llenar su nevera con productos Hechos en Venezuela. Nuestra solicitud al Ejecutivo es muy precisa: no pedimos privilegios, pedimos condiciones justas. Queremos producir, queremos generar empleo, queremos que Venezuela vuelva a ocupar su lugar en los mercados internacionales. La capacidad de adaptabilidad de los industriales venezolanos es la mejor prueba de que este país no se rinde. Y mientras haya una máquina encendida, un trabajador en su puesto, un empresario apostando por su tierra, habrá esperanza. Por eso, este mensaje no es solo para los industriales. Es para todos. Porque sin empresas, no hay país. Y un país es tan fuerte como sus industrias. Amigas y amigos, hoy más que nunca, la manufactura venezolana sigue viva. Sigue creyendo. Sigue invirtiendo. Sigue formando talento y generando recursos. Por eso, no podemos rendirnos. No podemos normalizar la resignación. Nuestro deber es seguir insistiendo, seguir produciendo y seguir proponiendo. La historia de la industria venezolana está escrita con trabajo, con sudor, con ingenio. Si planificamos y actuamos con convicción, determinación y disciplina, construiremos un futuro digno para todos. El futuro no se improvisa.

¡Construyámoslo juntos!

Muchísimas gracias

Nota de Prensa 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ciclo de #cine busca conectar con la #diáspora #venezolana en #España

Márquez suma su sexto 'doblete', noveno triunfo del año y el 1.000 de la categoría reina

Conindustria promueve el uso de prácticas sostenibles en la industria con la finalidad que sean reconocidas con el Sello Coninverde